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Nací y pasé mi primera infancia en México, entonces que crecí hablando el español. Pero después de que mi familia emigró a los Estados Unidos (EE. UU.), viví en un pueblo rural en el norte de Illinois adonde ingles era el idioma predominante. Como aprendí el inglés en la escuela, tuve que traducir para mi familia. La demografía de este país ha cambiado desde entonces. Hoy, EE. UU. tiene la segunda población más grande de hispanohablantes, incluidos son hispanohablantes nativos y bilingües, en el mundo, después de México. Alrededor del 13 por ciento de la población estadounidense habla español en casa, esto significa que el español es el segundo idioma más común.
En la década de los noventas, la población de hispanohablantes en los EE. UU. se duplicó y continúa creciendo actualmente. Hemos visto cambios importantes en la accesibilidad del idioma, como servicios bilingües e información y materiales traducidos. Es raro llamar al servicio al cliente sin una opción de español disponible. Se ofrecen servicios bilingües en muchos lugares y tiendas. Las escuelas ofrecen programas de lenguaje dual. Sin embargo, hay mucho más progreso por hacer, especialmente cuando se trata de muchos servicios gubernamentales.
Aunque comencé recientemente a escribir y traducir artículos para Streetsblog Chicago, estoy aprendiendo que la accesibilidad de idiomas requiere mucho tiempo. Ya he empleado mucho tiempo buscando terminología específica sobre la planificación urbana en español. Mi primera fuente de información en español es el sitio web oficial de la ciudad de Chicago, chicago.gov. Más del 15 por ciento de los residentes de Chicago no hablan inglés. En 2015, el Consejo Municipal aprobó la Ordenanza de Acceso a Idiomas, que garantiza que “las personas puedan acceder a información y servicios críticos en los idiomas más comunes que se hablan en la ciudad”, que son, en orden de número de hablantes:
- Español
- Mandarín
- Polaco
- Arábica
- Hindi
- Urdu
Cuando navegas el sitio web de la ciudad, hay un botón visible de Google Translate que permite traducir todas las páginas web internas de chicago.gov a la mayoría de estos idiomas. (La traducción al urdu, un idioma que se habla en el sur de Asia, no está disponible). Las traducciones proporcionadas por Google para el español son generalmente adecuadas. Sin embargo, dado que las traducciones son generadas directamente por la computadora no toman los matices de los idiomas, a veces el texto puede aparecer desordenado y las oraciones pueden ser ininteligibles.
Navegar la página del Departamento de Transporte de Chicago (CDOT) en español es relativamente fácil. CDOT tiene muchos materiales para hispanohablantes, pero la mayoría de los documentos internos o los enlaces externos están disponibles solo en inglés. Por ejemplo, la página que proporciona una información general del Plan Estratégico de Transporte del CDOT puede ser traducida al español, pero el documento completo solo está disponible en inglés. El Mapa Bicicleta de Chicago fue creado en 2014, pero no se actualizado desde entonces. Todas las instalaciones para bicicletas durante los últimos siete años no están disponibles. Los demás documentos o las infografías de CDOT que encontré en el sitio web del departamento estan solo en inglés.
Al traducir mis artículos al español, me doy cuenta de que hay unos términos en inglés que nunca he escuchado en español. Los términos técnicos y los términos nuevos, como “sidewalk bulb-out”, un tipo de extension de la acera, son difíciles de traducir. Los términos específicos de CDOT como “Neighborhood Greenway”, son vías verdes que instalan en las calles residenciales, también son difíciles de traducir de manera eficiente. Examinando en los materiales en español de otras agencias, encuentro con el mismo problema. Algunos sitios web utilizan la función Google Translate o están traducidos profesionalmente, otras páginas como las de los departamentos de transporte de Illinois y EE. UU. carecen de servicios de traducción completamente. Para encontrar la traducción adecuada para algunos de los términos, debo buscar sitios web, artículos, documentos y seminarios de países latinoamericanos o escritores urbanistas que escriban en español.
Se ha convertido en una costumbre que CDOT proporcione traducción al español en las sesiones públicas en los vecindarios que se habla español. Mientras escucho las reuniones de CDOT en español, es obvio que la dificultad de traducir la terminología de planificación urbana es más complicada que proporcionar información y recursos en español. El asunto presentado es inaccesible incluso para los que hablan inglés. Muchas veces los planificadores urbanos e ingenieros de CDOT utilizan palabras y frases desconocidas, como ensanchamiento de acera, chicane, isla de refugio, dieta de carretera o dieta de camino, etc. Se incluyen las palabras semi-ambiguas o vagas como habitable, mejora, equitativo. A veces, el presentador define las palabras o utiliza imágenes para ilustrar el término, pero como alguien que conoce el lenguaje técnico de planificación urbana, las presentaciones pueden ser confusas seguir.
Algunas personas pueden entender estas palabras y conceptos, pero esto no es suficiente para brindar la participación completa de la comunidad. El servicio de traducción puede parecer superficial, como si se hiciera solo para marcar una casilla, sin consideración si la gente que habla español pueden engancharse con la discusión.
Me pregunto si CDOT mide la participación ciudadana efectiva con los hispanohablantes y otras personas que no se sienten cómodas en inglés (o si la participación ciudadana se mide de cualquier manera). También hay otros elementos aparte de la traducción que se tienen que considerar. Reemplazar el texto en inglés con el texto en otro idioma no es suficiente para recopilar comentarios que aconsejan las decisiones de la planificación urbana. Tenemos que cambiar mucho más que las palabras para realmente involucrar y escuchar las opiniones de las comunidades que no hablan inglés.
Los planificadores urbanos, los ingenieros y el liderazgo deben reconocer que el tipo de participación comunitaria que permite a los residentes colaborar efectivamente puede requerir más tiempo y esfuerzo. Es posible que cambia de una comunidad a otra. El proceso de la planificación urbana también debe considerar las barreras sociales, culturales, raciales y de la clase. Esto incluye sesiones en los fines de semana, proporcionar unas oportunidades para que los residentes se puedan conectar, y compensar a los residentes por sus conocimientos y evaluaciones. Este trabajo requiere que los planificadores urbanos y los ingenieros desarrollen relaciones y generen confianza, así como la transparencia y la responsabilidad, la competencia cultural y la construcción de coaliciones. La competencia cultural significa que necesitamos más planificadores urbanos e ingenieros Negros y racializados en la mesa y como líderes. La construcción de coaliciones ayuda a desmantelar las barreras raciales y de clase para la movilidad.
Necesitamos más educación comunitaria y conversaciones en un lenguaje simple con el contexto localizado que el público pueda comprender y participar. En una profesión como la planificación urbana, que es técnica y política, y requiere la participación ciudadana y acción comunitaria, la accesibilidad lingüística es una herramienta necesaria, pero no garantiza que las voces de la comunidad tengan impacto.